lunes, 2 de noviembre de 2009

Circulo Hermetico



Con las ilustraciones y fotografías, "La Flor inexistente es eso que él llamó el Sí-Mismo, el Círculo cuya circunferencia está en todas partes y su centro en ninguna". Así se refiere Miguel Serrano al objeto en la búsqueda fundamental de Jung. Herman Hesse, de allí el título del libro y de esta colección, le dijo: "Nada sucede casualmente, aquí sólo se encuentran los huéspedes justos, esto es el Círculo Hermético". Miguel Serrano, chileno, en estos momentos embajador de su país en Viena, y antes embajador en Yugoslavia y en la India durante muchos años, es un testigo de los últimos pensamientos de Jung y de Hesse, esos dos testigos de nuestro tiempo. Recuerdo conversaciones con él en Nueva Delhi, antes y después de su encuentro personal con Jung y con Hesse. Recuerdo como compartimos la fe en un destino común suramericano, como creímos en un Hombre Nuevo en un Mundo Nuevo para el cual Nuestra América como síntesis de Oriente y Occidente estaba reservada. Lo recuerdo también el día de su partida, cuando Indira Ghandi le llevó a la estación de Delhi el bastón de Nehru, símbolo del afecto que profesó a un hombre de América del Sur. El mismo Nehru que me dijo un día que uno de sus sueños era visitar a esta América. Y que no pudo hacerlo. En el libro de Serrano hay un mensaje. Pero como en la canción del Conde Arnaldos el misterio de la canción sólo se revela a quien emprende el camino. Como dice Serrano en las páginas finales: "Nuestro deber no es únicamente para con las cosas sino también para con los hombres. Hay que trasladar el mensaje de generación en generación". El Círculo Hermético es inexorable.

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